El pastor Carlos Mariñelarena ha usado el poder de entregar regalos para alcanzar a cientos de niños y familias para Jesús y ha abierto una decena de cocinas para servir desayunos dirigidas por expresidiarios para ayudar a seguir difundiendo el Evangelio.
Mariñelarena, quien ha estado en el ministerio por más de 20 años, se unió al proyecto denominado Operación Niño de Navidad hace 13 años y desde entonces ha ayudado a guiar a cientos de familias a la fe en Cristo, haciendo una multitud de discípulos en México.
“Cuando era niño, nunca recibí un regalo. Mi padre ganaba muy poco dinero. Nunca tuvimos una celebración de cumpleaños”, dijo Mariñelarena a The Christian Post durante un reciente viaje misionero.
Hace varios años el pastor y su esposa, Marilú, se sintieron llamados a Mazatlán para dar regalos a los hijos de los presos.
“No conocíamos a nadie. No teníamos apoyo financiero. Pero sabíamos que Dios nos había enviado aquí”, sostuvo Mariñelarena. “Empezamos a trabajar en las prisiones. Primero quisimos hacer regalos a los hijos de los presos y nadie nos dio ni un sólo regalo”.
Con el paso del tiempo, la pareja conoció a un pastor que les dio unas pelotas de fútbol y así comenzó su ministerio.
Mariñelarena eventualmente aprendió sobre Operación Niño de Navidad y recibió entrenamiento sobre cómo ser anfitrión de eventos de alcance y cómo entregar regalos en cajas de zapatos. El proyecto ha sido una puerta abierta para que las personas ayuden a pastores como Mariñelarena alrededor del mundo, llenando cajas de zapatos con regalos de juguetes, útiles escolares, artículos de higiene y folletos con el mensaje del Evangelio que son enviados a más de 160 naciones, incluyendo 50 áreas difíciles de alcanzar.
“Escuchamos sobre estas cajas de regalo que estarían disponibles. Así que buscamos maneras de conectarnos con este ministerio. Reunimos a un grupo de pastores, recibimos entrenamiento y luego también empezamos a entregar estos juguetes, estos regalos”, dijo Mariñelarena al Christian Post.
A medida que el pastor ampliaba su iglesia, se sintió impulsado a lanzar también programas de alimentación para los niños de las zonas más pobres de la ciudad. Mariñelarena ahora tiene 12 programas de servicio de alimentos en varias localidades que son dirigidos por expresidiarios rehabilitados y sus familias que sirven a las comunidades.
Una vez reintegrados a la sociedad, Mariñelarena y Marilú posicionan a los expresidiarios convertidos en pastores en zonas específicas para que puedan ayudar a los responsables a servir los desayunos y compartir la Palabra. Muchos niños que recibieron cajas de zapatos gracias a las iniciativas de alcance se han convertido en cristianos y todavía visitan los centros de alimentación cada mañana para desayunar y estudiar la Biblia.
La pareja sirve el desayuno a unos 40 niños cada día y luego ofrece un estudio bíblico. Para algunos niños, es la única comida que tendrán ese día.
Los 12 ministerios de desayuno ofrecen comidas gratis y quienes los dirigen no reciben ningún ingreso. “Todos somos voluntarios. No cobramos; lo hacemos por amor, pero ganamos mucho porque el Señor nos paga”, dijo Mariñelarena.
Operación Niño de Navidad ha estado en operación por 26 años, y gracias a sus esfuerzos de ser testigos de lugares difíciles de alcanzar usando los regalos de las cajas de zapatos, cientos de personas en las áreas más pobres de Mazatlán han llegado al conocimiento de Jesucristo.
